A continuación les dejo una serie de consejos muy útiles para el cuidado de nuestros pies.
Una forma fácil y eficiente de cuidar nuestros pies es andar descalzos en lugares seguros o utilizar un calzado suelto y acolchado, ya que ello contribuirá a activar la circulación y permitirá que el pie transpire libremente.
Cuando tus pies se encuentren muy cansados y doloridos, ponlos en remojo durante unos mínutos en agua tibia, y si quieres, puedes agregarle al agua un puñado de sal gruesa. Luego, masajealos y ponles un poco de crema hidratante. Cuando masajees tus pies concéntrate en la zona del talón ya que este sector es muy propenso a la aparición de durezas.
En lo posible utiliza medias de algodón ya que estas permiten que el pie respire y mantenga la temperatura, también recuerda limitar en lo posible el uso de sandalias o zapatos con el talón al descubierto para que estos no se resequen.
Y si te preguntas, ¿Cómo curar los talones resecos? La respuesta es simple, sumerge tus talones en agua caliente durante unos 20 minutos, sécalos y frótalos con una piedra pómez para quitas las asperezas. Luego, úntalos con aceite de bebé o crema para pies resecos y resquebrajados, asegúrate que tus pies hayan absorbido la crema antes de colocarte el calzado nuevamente.
Lleva a cabo esta tarea dos o tres veces por semana hasta obtener buenos resultados.
Si tienes severos problemas de callos u otros malestares dirígete al podólogo ya que lo mejor para solucionar las aflicciones severas es ir a un profesional para que los trate de forma correcta.
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